Como pluma guiada por la corriente, fluye, su mente nada a travès de las imàgenes. Ve arte en todo lo que pisa, en la forma caliente de su piel, en cada gota de lluvia que cae, en la redondez del cuenco de su desayuno. Capaz de elevar su mente hacia el màximo escalòn, de encontrar el verdadero hechizo y arte, su universo, tan frìo y confortante, de perla, de celofàn, de plastilina, moldeable, no obstante, oculto a la vez que misterioso, recòndito paraìso, solo visible a travès del caleidoscopio de tus ojos, tan puros como espejos de diamante; ¡Busca a la chica con el sol en la mirada, sìguela, no la dejes, huye! ¡No escuches la necesidad de montar en el tren de vuelta! Acabaràs soñando con encontrar de nuevo la nube que te lleve a la ciudad del arcoìreo edèn.
